sábado, 25 de octubre de 2014

Sueños

Os voy a contar la historia del El asno de Buridán, que de repente encontróse en una bifurcación del camino, donde a un lado tenia agua y al otro lado tenia pasto/heno/alfalfa.
Tenia de comer y tenia de beber. Y el bicho tenia mucha hambre y mucha sed. 
Así que se quedo en medio del camino y no sabia para donde tirar.
"¿Para allí que tengo el agua primero? ¿o para allí que tengo la comida primero? ¿Que quiero primero? Quiero las dos cosas. Pero la verdad es que necesito ambas y no se por cual empezar."
Y el asno murió de inanición y deshidratación severas, en esa bifurcación del camino, por no decidirse en que quería primero. Por querer abarcarlo todo y no decidirse por nada en un principio. Por no arriesgar.

Muchas veces hablamos de cumplir los sueños. Pero cuando decimos cumplir los sueños, no nos referimos a eso de ir a un examen y no tener ni idea, no habértelo preparado para nada, suspender con un cero, y a medio examen darte cuenta de que estas desnudo
y todo el mundo se esta riendo de ti. Este sueño NO, no es el sueño que quieres cumplir.
Nos referimos mas a anhelos, a ojalás o "a ver si algún día consigo tal". Mi sueño de pequeño era cantar, ser músico. Pero como el asno de Buridán me encontré con una bifurcacion
en la vida, que me llevaba al mundo del amor, de la pasión, del deseo, de pasar el resto de tu vida con otra persona. Y tuve que, decantarme un poco y no quedarme en el camino.
Es lo que podríamos llamar un sueño tangencial. Un sueño que en un principio no tienes pero que...bueno, lo adquieres.
Con el tiempo me he ido acostumbrando a cumplir sueños tangenciales. Sueños que no tenia pensados en un principio, que no tienen porque ser grandes, de repente, puede ser que tu te...encuentres con la chica de tu vida y digas "mi sueño, de repente, es ser feliz con esta persona" y ya está, y cumplirlo.
Es algo que de pequeño no querías y de mayor si.

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